Proceso de la Comunicación | Técnicas para Desarrollar las Habilidades del Vendedor al Promover la Compra de su Producto o Servicio
Potencia el Proceso de la Comunicación y la Escucha Activa en la Fuerza de Ventas para Lograr la Excelencia en los Resultados de Ventas
La Técnica que Todo Vendedor Cree Dominar.
De una vez por todas desarrolla la habilidad menos desarrollada entre los vendedores.
Diversos estudios demuestran que la capacidad de escuchar activamente mejora dramáticamente la capacidad de venta de un comercial. Irónicamente, la gran mayoría de los comerciales están convencidos que saben escuchar pero los resultados de ventas demuestran lo contrario.
Entonces…
¿Por qué no le damos atención e importancia al saber escuchar?
La mayoría de las veces creemos que escuchar es simplemente oír las palabras que nos dice nuestro cliente. Sin embargo oír y escuchar en absoluto es lo mismo.
De ahí la vital importancia de que comencemos a utilizar la escucha activa.
El verdadero significado de Escuchar
Según Bermejo “Escuchar significa mucho más que oír. Significa poner atención para oír. Significa sobre todo, querer comprender”.
“Escuchar es centrarse en el otro. Pero centrarse en el otro es difícil en el diálogo; se consigue haciendo un esfuerzo. Supone hacer callar al conjunto de voces que murmuran dentro de nosotros y que se llaman recuerdos, remordimientos, alegrías, preocupaciones, sentimientos diferentes…”.
Para aprender a escuchar es útil y necesario intentar detener conscientemente el pensamiento, relajar el propio cuerpo, centrar la atención en el mensaje del interlocutor y utilizar la mirada como instrumento de captación de sentimientos y significados.
La Escucha Activa
La escucha activa va más allá de la simple escucha, para que se produzca es necesario seguir ciertas pautas:
- Ser consciente del otro, concentrándose en el mensaje que emite, evitando la distracción mental o ambiental y realizando un esfuerzo personal al centrar la atención.
- Observar e interrogarse en todo momento, de forma reflexiva y mentalmente sobre lo que está hablando el emisor, así como observar sus gestos y lenguaje no verbal.
- Ofrecer retroalimentación, parafraseando algunas frases del mensaje, utilizando monosílabos o interjecciones (ah, sí, hum, etc.). Ello nos hace estar presentes en el diálogo, sin interrumpir la exposición del otro, respetándole y dejándole hablar, respetando incluso el silencio, escuchando también el silencio.
- Detectar los mensajes claves de las palabras, es decir, en ocasiones, se emplean demasiadas palabras para adornar el discurso, quedando el mensaje omitido. Es necesario reflexionar sobre las palabras claves para poder recoger el mensaje real y los intereses de la persona que lo comunica.
Respecto a las conductas que se suelen adoptar en la escucha activa destacaremos dos grupos, conductas verbales y no verbales.
Conductas Verbales:
• Utilizar entradas tales como: “cuéntame cómo fue”, “cuéntame cómo estás”, “háblame”.
• Mostrar al interlocutor que se le desea escuchar.
• Realizar preguntas precisas y concretas.
• Realizar preguntas abiertas dando mayor información.
• Dar tiempo para responder de forma amplia.
• Controlar los silencios.
• Dar feedback.
• Demostrar que se está siguiendo el discurso.
• Empatizar.
• Resumir en intervalos.
Conductas no Verbales:
• Mantener una postura relajada.
• Controlar los gestos que puedan distraer.
• Mantener el contacto visual, ladear la cabeza.
• Demostrar mediante la postura corporal y expresiones faciales que se está siguiendo el mensaje.
Beneficios de la Escucha Activa
Obstáculos para la Escucha Activa
Resumiendo