La Clave para un Liderazgo Empresarial Comprometido
Los Desafíos que Acompañan Procesos de Cambio en lo Personal y Organizacional
El Liderazgo Empresarial…entre El Día a Día y El Cambio Posible
Hoy, casi todo el mundo sabe o ha escuchado acerca de las Tecnologías Blandas disponibles en el mercado como la Mejora Continua, Normas ISO, T.O.C., Lean Manufacturing, Gestión Visual, etc., y de actividades de capacitación para el desarrollo de las personas como: Liderazgo empresarial para el cambio, Mejoramiento de las habilidades gerenciales, Trabajo con equipos de alto desempeño, y muchas otras.
Si bien esta ola de tecnologías blandas está presente desde hace tiempo, muchas empresas no se han sumergido en ella aún, quizás porque no terminan de comprender el “para qué”, sus ventajas y el cambio cultural que deben hacer para sacarles provecho.
Es importante reflexionar sobre lo que se entiende por “cambio”. Para algunos puede ser reemplazar una serie de componentes por otros más modernos, importar una nueva máquina o modernizar su sistema computarizado.
Esto en general se cree que es un cambio, pero en realidad es una manera de seguir como estamos, es el día a día, es a lo que estamos acostumbrados: lo sentimos como familiar.
Sin embargo, unos pocos se atreven al verdadero cambio, a transgredir ciertos límites del propio pensamiento, al desafío que implica cambiar la propia cultura y la de la organización: y esto sí que no lo sentimos como familiar, por eso se transforma en una dificultad que nos produce temor y nos paraliza.
La clave para superar esa dificultad es establecer desde los niveles de dirección, un liderazgo empresarial claro y una dirección comprometida con el proyecto, de forma tal que promueva, facilite y acompañe el proceso de cambio.
Entonces, implementar estas “herramientas” de las que hablábamos al principio, serán para beneficio de TODOS.
Aquel que, superando su día a día, imagine el cambio y decida implementarlo, seguramente mejorará el clima de trabajo, la satisfacción de los clientes, los procesos y producirá un salto cuantitativo en las utilidades.
Entonces el cambio del que tanto se habla, ya no será tecnológico sino humano. Ése es el mayor desafío.
Luego, comienzan a desear que pueda hacerse.
Luego ven que puede hacerse.
Luego lo hacen y todos comienzan a preguntarse…
¿por qué razón nadie lo hizo antes?»