Reflexiones para Enfocarse en Factores del Exito que Garantizan Tus Resultados

El Miedo al Dinero y al Exito

Si es usted de las personas que han decidido no tener más dinero que aquel que le permite vivir ajustadamente, cubriendo sus necesidades básicas y las de su familia, tiene todo el derecho de hacerlo, aunque ello tenga como razón de ser como ocurre en muchos casos, el deseo -engañoso- de vivir con tranquilidad, sin mayores preocupaciones ni compromisos.

Usualmente se vincula a esta actitud, la falta de motivación para acceder personal y familiarmente a una vida mejor desde el punto de vista material y el no comprender cabalmente y no aceptar que la falta de dinero afecta aspectos domésticos que son muy importantes en nuestra vida, como son la salud y la educación, de la que depende el futuro de nuestra familia y su tranquilidad espiritual.

Pero no son pocos los casos de quienes piensan que sí les gustaría mejorar su condición económica y que tal vez estarían incluso dispuestos a pagar el precio por ello, pero los frena, el temor de cambiar su forma de vida, así como ideas, prejuicios, y creencias populares y hasta la convicción de que en tal caso, podrían volverse malas personas.

Si alguien durante su vida merece reprobación y desprecio son los avaros y egoístas, así como quienes utilizan su dinero para hacer daño, pero de ningún modo quien hace buen uso de este recurso.

Se olvida y confunde en tal sentido, que quien más puede procurar el bien de sus semejantes es quien tiene dinero y a través de él, crea fuentes de trabajo y bienestar, como ocurre con los empresarios progresistas -que cada día son más-, y no pocos millonarios del mundo.

Esta confusión llega en algunos casos al extremo, -especialmente en Latinoamérica- de promover en versos y canciones, una especie de orgullo de ser pobres, como si fuera algo que debe prevalecer e imitarse, lo que felizmente ya está cambiando.

Forma parte de esta actitud el temor de ser eventualmente criticados por lo que harían o como actuarían en caso de tener éxito. No se percatan que esta actitud de la gente, no es necesariamente contra una persona determinada que tiene éxito, sino contra el éxito en sí mismo y que hagan lo que hagan siempre van a ser criticados, ya que es algo propio de la naturaleza humana.

Cuando alguien siente la incomodidad y la presión de estas críticas, debe recordar que las personas más cuestionadas – y hasta odiadas- en el mundo son las más exitosas y a quienes los comentarios negativos y hasta destructivos jamás los han detenido, como es el caso de los presidentes de las naciones del mundo, los que normalmente tienen cuándo menos el 50% de las opiniones en contra.

En cuanto a la mencionada falta de motivación, es también determinante para que las personas no puedan salir de la pobreza, la universal falta de ambición, el contentarse con poco, a pesar de que vivimos en un mundo de abundancia, que espera por nosotros.

Dice un antiguo pensamiento que “la vida es un patrón que te da lo que tú le pides”, es decir que si le pides poco, con seguridad te dará poco, pero igualmente si le pides mucho, la vida estará dispuesta a concedértelo. Pero es necesario, que a ese pedido le agregas un deseo intenso de lograr tu objetivo, confianza en que vas a conseguirlo, y una decidida voluntad de obtener lo que te propones; y luchas y te esfuerzas de modo sostenido.

Esa fórmula no falla y es aquella que de manera consciente o tal vez sin darse exactamente cuenta de ello, han utilizado todos los triunfadores en este mundo, lo que quedó documentado en un extraordinario estudio que realizo durante muchos años, Napoleón Hill, consultando este tema con muchos de los hombres más ricos y exitosos que logró conocer y entrevistar, y cuyos testimonios aparecen en su famoso libro titulado “Piense y hágase rico”, que ha ayudado a muchas personas a cambiar de actitud y lograr un destino diferente.

No quiero terminar estas reflexiones, sin mencionar un pasaje que aparece en la máxima obra de la literatura española de don Miguel de Cervantes Saavedra, la famosa frase de Don Quijote de la Mancha, cuando dirigiéndose a su escudero le dice “ Deja que los perros ladren Sancho, es señal que avanzamos ”.

Esta extraordinaria metáfora que representa una situación constante en la vida de los seres humanos, quizá tan antigua como la existencia misma del hombre, constituye un problema que hasta el día de hoy, no todas las personas llegan a comprender, y menos aun a resolver.